A partir de 2026, ninguna organización que utilice un sistema informático para facturar podrá seguir funcionando como hasta ahora. Y aunque la norma llega con importantes obligaciones, también representa una oportunidad para mejorar procesos, ganar eficiencia y reducir riesgos fiscales.
En este artículo te contamos de forma clara qué es VeriFactu, quién está obligado, cuáles son los requisitos técnicos y cómo prepararte a tiempo.
¿Qué es exactamente VeriFactu?
VeriFactu es un nuevo estándar de facturación electrónica verificable, diseñado para garantizar que las facturas:
- No puedan alterarse una vez emitidas.
- Queden registradas con trazabilidad completa.
- Sean verificables por clientes y por la Agencia Tributaria.
- Puedan, si se desea, enviarse en tiempo real a la AEAT.
El objetivo es claro: eliminar el fraude de doble contabilidad y mejorar la transparencia en las operaciones económicas.
Este nuevo modelo se integra dentro de los llamados Sistemas Informáticos de Facturación (SIF), que deberán cumplir requisitos técnicos estrictos como huellas digitales, firma electrónica y códigos QR.
¿Quién está obligado a adaptarse a VeriFactu?
Según la normativa, deberán cumplir con los nuevos requisitos:
- Todas las empresas y autónomos que emitan facturas mediante cualquier sistema informático (ERP, software de facturación, Excel, Word, apps móviles…).
- Quienes deban emitir factura electrónica según la Ley Crea y Crece.
Están exentos:
- Contribuyentes acogidos al Suministro Inmediato de Información (SII).
- Empresas en territorios forales con sistemas propios.
- Quienes facturen de forma 100% manual (papel en blanco, talonarios, máquina de escribir).
Ojo: Facturar con Excel o Word se considera uso de sistema informático, por lo que se debe cumplir la normativa aunque parezca un método “manual”.
Plazos de implantación
La obligatoriedad llegará en dos fases:
- 1 de enero de 2026: Empresas (sujetas a Impuesto sobre Sociedades).
- 1 de julio de 2026: Autónomos y comunidades de bienes.
Además, para julio de 2025, todos los programas deberán estar homologados.
¿Qué cambia con VeriFactu?
Los SIF deberán cumplir varias exigencias técnicas clave:
1. Integridad e inalterabilidad
Una vez generada la factura, no podrá modificarse sin dejar rastro.
2. Trazabilidad completa
Se registrarán todos los eventos: altas, anulaciones, rectificaciones, accesos…
3. Huella digital y firma electrónica
Cada factura llevará un identificador único (hash).
Si no se usa VeriFactu, los registros deberán firmarse electrónicamente.
4. Encadenamiento cronológico
Cada factura enlaza con la anterior y la siguiente.
5. Código QR y mención obligatoria
Las facturas deberán incluir un QR que permite verificar su validez.
6. Posibilidad de envío en tiempo real a la AEAT
La modalidad VeriFactu permitirá enviar cada registro en cuanto se genera.
La factura electrónica obligatoria: un cambio paralelo
La Ley Crea y Crece incorpora además la factura electrónica obligatoria entre empresas y profesionales. Esto implicará:
- Emisión en formatos estándar (Facturae).
- Accesibilidad durante al menos 4 años.
- Mejor control de la morosidad y plazos de pago.
- Integración con los libros de IVA y con la solución pública de facturación.
Sanciones: por qué no conviene llegar tarde
El incumplimiento de los requisitos de los SIF y de VeriFactu podrá acarrear multas de hasta:
- 50.000 € por ejercicio
- por usar software no homologado o manipulable.
Además, la AEAT podrá requerir acceso a los registros, y el artículo 201 bis de la LGT tipifica como infracción grave disponer de sistemas que permitan contabilidades paralelas o alteración de datos.
¿Y qué beneficios tiene para las empresas?
Aunque nace como una obligación, VeriFactu aportará:
- Mayor seguridad jurídica en la facturación.
- Menos riesgo de inspección, gracias a la trazabilidad.
- Simplificación administrativa y menos errores.
- Digitalización real y procesos más eficientes.
- Transparencia con clientes y proveedores.
Un cambio inevitable, pero también una oportunidad
VeriFactu no es un simple ajuste técnico: es un nuevo paradigma de control y transparencia en la facturación empresarial. Las organizaciones que se preparen con antelación evitarán riesgos, sanciones y estrés operativo.
Y, además, podrán aprovechar esta transición para modernizar su sistema de facturación y mejorar su eficiencia interna.